Las bobinas de exploración generalmente consisten en dos conjuntos internos de cables en espiral, una Bobina de transmisión (TX) y una Bobina de recepción (RX). Hay mono-bobinas que se diferencian en que una misma bobina actúa como TX y RX. Cuando el detector se enciende, la bobina TX genera un campo magnético en el espacio circundante.

Cuando hay un objeto metálico dentro de este campo magnético generado, creará una distorsión del campo magnético. La bobina RX detectará esta distorsión y enviará una señal al alojamiento de control.

Se determina un patrón de detección de la bobina de exploración por la combinación del patrón del campo generado por la TX y el patrón de campo detectado por la RX.

La profundidad de detección de una bobina de exploración, como regla general, será aproximadamente igual a su diámetro, para un objeto del tamaño de una moneda. Sin embargo, a medida que aumenta el tamaño de la bobina de exploración y su patrón de campo se agranda, el patrón de campo se vuelve menos concentrado y empieza a no detectar objetos pequeños. Para un objeto del tamaño de una moneda, este efecto se vuelve más notable al usar bobinas de exploración de más de 15" de diámetro. Como el campo generado por una bobina de exploración grande es más grande, profundo y menos concentrado que el de una bobina de exploración pequeña, es la mejor elección al cazar objetivos que usualmente son grandes y están enterrados profundamente, como provisiones escondidas o reliquias.

La configuración concéntrica consiste en una bobina TX y un bobina RX que usualmente son circulares y están dispuestas como se muestra a la izquierda. La ventaja de esta configuración es que tanto la bobina TX como la RX tienen un embobinado tan grande como sea posible dentro de un diámetro determinado de la bobina de exploración. Esto ofrece el campo de detección más grande posible y una mayor profundidad de detección, haciendo que la bobina concéntrica potencialmente sea la configuración más sensible disponible.

Además, las bobinas concéntricas ofrecen el campo de detección más simétrico, permitiendo facilidad en la localización y consistencia en la identificación de objetivos. Por estos motivos, son las bobinas de exploración usadas más comúnmente y ofrecerán el mejor desempeño general en la mayoría de los ambientes.

Desafortunadamente, esta configuración es la más susceptible a interferencia de minerales del suelo, lo que resulta en una gran pérdida de desempeño cuando se usa en suelo altamente mineralizado.

La mono-bobina está disponible solo en los detectores de Inducción de pulso y es una variación de la configuración concéntrica. La mono-bobina se puede fabricar con las bobinas TX y RX ubicadas juntas o como una sola bobina que actúa como TX y RX.

Las características de detección y desempeño de la mono-bobina son esencialmente las mismas que las de la bobina concéntrica porque ofrecen la mayor detectabilidad posible, pero sufren un poco en el desempeño en suelo mineralizado.

La configuración DD está diseñada para reducir significativamente la interferencia del suelo y, de tal modo, recuperar el desempeño perdido por una bobina concéntrica sobre suelo mineralizado. Con la DD, es la disposición de las bobinas TX y RX lo que produce un efecto de cancelación de las señales del suelo.

Esta configuración se llama DD porque las bobinas TX y RX están en la forma de una "D". El campo de detección positiva de la DD corre por debajo de la sección central de superposición del frente hacia atrás. La parte restante de la bobina de hecho produce campos de detección negativa (es decir, de cancelación). Es este campo de cancelación el que permite que la bobina DD mantenga su desempeño sobre suelo mineralizado.

Debido a su pequeño campo de detección positiva, la bobina DD es inherentemente menos sensible que una bobina de exploración concéntrica del mismo tamaño sobre suelo no mineralizado. La bobina DD, sin embargo, se desempeñará significativamente mejor que la bobina concéntrica sobre suelo no mineralizado. Por este motivo, es altamente recomendable al cazar sobre el suelo altamente mineralizado que comúnmente se encuentra en la prospección y cacería de reliquias.